Participación en Congreso Mexicano de Antropología y Etnología (COMASE 2024)

Del 28 al 31 de mayo de 2024 participamos en el VII Congreso Mexicano de Antropología Social y Etnología (COMASE 2024) que se llevó a cabo en la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México. Las discusiones del evento fueron convocadas bajo el eje Antropología en tiempos de violencias: Epistemologías, prácticas y nuevos horizontes”.

Las sesiones, simposios y mesas de trabajo brindaron una plataforma muy significativa para explorar sobre cómo las modalidades de violencia se han multiplicado en América Latina por efecto de la crisis económica y política que se expresa. Los espacios de discusión permitieron profundizar sobre la agudización de distintas formas de articulación entre violencias y desigualdades sociales, así como sobre los retos que tenemos para interpretar estas nuevas realidades al tiempo que se hace necesario elaborar propuestas que contribuyan a incidir en estos escenarios.

Nuestra participación se dio en el simposio “Repensando la violencia: Un cuestionamiento a las violencias del Estado y un análisis al concepto esencialista de violencia”, con la ponencia “Concepción Fiscalista de la Violencia Policial y sus Consecuencias en Grupos Vulnerable” expuesta por la investigadora responsable del proyecto Tamara Jorquera . Los datos y hallazgos presentados hacen parte de los resultados preliminares del proyecto ANID-FONDECYT Iniciación 11230331 “Prácticas para prevenir la repetición de violencia policial de agentes individuales, sociedad civil y estatales entre 1990 y 2022 en Chile”.

Tamara Jorquera, investigadora responsable del proyecto, comenta sobre su participación “En esta presentación discutí la perspectiva de la violencia policial abordando exclusivamente su versión física, desde planteamientos antiesencialistas de la violencia que plantean que es una denominación de acciones de carácter contextual y conlleva una carga emocional negativa.

En este sentido, es necesario atender al enraizamiento y naturaleza histórica de los actos de violencia. Cuando se entiende la violencia policial como un daño físico por un acto desproporcionado, se acaban invisibilizando y naturalizando las múltiples violencias que estos grupos viven cotidianamente, pues no pasan el filtro de provocar escándalo. Se va acumulando en sus experiencias de vida un continuo de violencias impunes, que son productivas en términos de producir cuerpos habituados a ser sometidos violentamente. Considerando esto, las prácticas de prevención de la repetición de violencia policial no pueden centrarse exclusivamente en las instituciones policiales ni en cambios normativos, sino que requieren abordar los conflictos sociales subyacentes que originan estos encuentros violentos, como la desigualdad y la discriminación”, finalizó.

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